Los días han estado soleados y de nuevo justifican sandalias. Es buenísimo poder usarlas, ya que las tardes están celestes, cálidas y claras. Las tardes justifican hacer lo aleatorio y ver que rumbo toman las cosas. Así que si esto implica que los pies y las uñas se lastimen al caminar, que suceda. Hay que disfrutar las tardes.